La avellana es un sabroso fruto seco que llega a la mesa en otoño repleto de nutrientes. Resulta un gran aliado del corazón y una buena fuente de antioxidantes. La vitamina E y los fitonutrientes de las avellanas tienen propiedades antioxidantes que nos protegen frente a los radicales. Son una buena fuente de minerales como calcio, fósforo y magnesio, indispensables para el crecimiento, así como de manganeso.